(fuki nagashi)
Sé lo que es el arte del bonsái
al observarme
ningún pretexto para exceder el espacio
y erguirme sobre la pedrada.
Visto el transito lento y los cuidados mínimos
que exige el canon,
el reto que acontece y persiste en el estilo
“barrido por el viento”;
toda ley irregular de mis días y la lección de dominio
que traza la poda;
escueta porfía que sobrevive
vigilada
en la yema del ápice.
Nada más lejos de mi
que la adoración.
Por eso el declive o sesgo de potestad
a favor del primer golpe
que da el azote
de la borrasca.
E. González
2 Comments:
Siempre es grato volver a leer este bendito poema,
Salute
9:51 AM
Nada peor que una semiamputación de los espacios, nada peor que entregar a las sensaciones a sistemas apretados,... tu enunciación es la perfecta forma de implosionar al subconsciente.
Saludos
6:41 AM
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