Sunday, April 22, 2007

González y yo en el Taller Fundación Neruda 2007

Pudimos romper el aire de improviso,
agitar las manos como si empezáramos a volar
o aplicar el poema. Pero no,
no nos gustaban esas bocinas de bicicleta, esos ruidos
de fondo, esas casas de madera
en que un bosque cruje agonizante

para los oídos de los niños.

Pudimos romper el aire y preferimos dejarlos pasar adelante.
Decir: todo igual sobre cubierta.
Decir: no te preocupes.
Decir: Poéticas ya no, favor. No insista carajo.

Pudimos... y no.

Era mejor mordernos la lengua. No tener voz/voto
en la mesa.
Aunque no fuera por su bien o el nuestro.

Ernesto González Barnert

0 Comments:

Post a Comment

<< Home